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domingo, 10 de febrero de 2008

testimonios desde Kenia






aqui transcribimos dos cartas de amigos humanistas de Kenia sobre la situacion que estan viviendo acompañamos de algunas fotos de sus actividades de apoyo a los refugiados y de las dramaticas escenas de violencia.


Charles Juma Onyango, 2 de enero, 2008

Estimados compañeros:
Hoy es 27 de diciembre y la gente de Kenia de todos los niveles sociales se ha levantado temprano, tan temprano como a las 4 de la mañana, para emitir su voto. Un voto al que ellos denominaron el voto del cambio, ¿por qué voto del cambio? Porque en 2002 votaron por un cambio que según muchas estadísticas, nunca vieron. Y así la gente esperó en las colas que de tan largas daban vueltas, solamente para emitir ese voto valioso que, según creían y creen aún, iba a cambiar sus estándares de vida.
Y así, la gente votó y volvió a sus hogares o núcleos sociales, para empezar a mirar el ejercicio del conteo de votos por televisión o a escucharlo por radio. El primer día va todo bien, el conteo favorece aquello a lo que la gente votó. Al llegar el segundo día de conteo, todos empiezan a notar ciertas irregularidades, irregularidades que se le muestran al director de la comisión electoral de Kenia, pero en vano. El viejo se limita a hacer bromas acerca de las irregularidades observadas. Al tercer día, la comisión electoral empieza a dilatar el anuncio de los resultados, especialmente los referidos a la presidencia. ¡Caramba! Se está cocinando algo en el centro de resultados de la CEK en KICC. Se están manipulando los resultados presidenciales. Se están inflando entre 15.000 y 20.000 votos a favor del titular Sr. Kibai. La gente ha hablado acerca del tema con la misión observadora europea, con la estadounidense e incluso con la del commonwealth. ¡¡¡Nadie le prestó atención!!!!
Es aún el tercer día y toda la nación está ansiosa de saber quién será el próximo presidente. Aquel a quien votaron. Pero no habrá noticias todavía. La espera es muy larga y desgraciadamente la forma de expresarse es a través de la violencia y la gente ha comenzado a destruir las propiedades. ¡Terrible! Malo, muy malo, malísimo, han asaltado a uno de los supermercados más grandes de esta zona, en Kisumu, el saqueo se ha instalado y la destrucción violenta y la quema de casas, están en camino. Mientras todo esto sucede, nadie quiere pensar que esto resultará en una destrucción sin garantías, tanto de los seres humanos como de las propiedades.
Heladeras, televisores, alimentos, todo ha sido saqueado. Mucha gente ha recibido disparos y los hospitales están llenos de heridos de bala. Uno de los problemas aquí es que los hospitales tienen poco personal para atender a las víctimas de la violencia en esta elección. Están muriendo uno tras otro.
Es el cuarto día y la temperatura de la violencia es alta, la la casa de gobierno presiona a la CEK para que se declare a Kibaki ganador; la oposición por otro lado, pone aún más presión para que se recuenten los votos para el cargo presidencial, ¡a la vista de los medios y del público! Algo para lo que el tramposo equipo de la casa de gobierno, dirigido por la ministra de justicia y de asuntos constitucionales, no tiene oídos. Se negaron, se negaron rotundamente. A los medios de comunicación privados se les ha ordenado cerrar sus actividades de emisión en vivo, empacar sus pertenencias en el KICC (Centro de Conferencias Internacionales de Kenia, por sus siglas en inglés) y partir de inmediato. La temida unidad del Servicio General está pronta para que ello se cumpla. La única estación que tiene permiso en el KICC es la KBC, cuyo propietario es el Estado. ¿Por qué? La CEK debe anunciar ahora, inmediatamente, que Kibaki ha ganado lo que ellos llamam una "una muy reñida elección" !!!!!

Se lo anuncia immediatamente, apenas han pasado 20 minutos y está jurando en una ceremonia en la casa de gobierno. La han robado y deben cuidarla los más celosamente y lo más pronto posible. De modo que el otro bando no tenga tiempo de interponerse. ¿Y es así como han sucedido las cosas? ¿En democracia? Puede ser que seamos una democracia, o no, permítanme pensarlo un poco... mmmmmmmmm.
Que Kibaki ha ganado la elección con 30 miembros del parlamento contra los 100 de Raila Odinga, es algo que la gente no va a escuchar. La cuenta no da. Salen a las calles a protestar y se encuentran con la policía. Les tiran a quemarropa, los muelen a palos y sobreviene el caos. ¡Todo un caos!
A medida que escribo este artículo, se escuchan tiros en el aire, quizás han muerto a otro, a dos a tres, a cuatro y la cuenta continúa. No sabemos cuántos, pero se calcula que unas 170 personas murieron, en tanto que otras 70.000 tuvieron que escapar. Se quemaron casas y vehículos en las calles y la locura continúa. Nadie escucha al otro. La gente dice que les robaron las elecciones. Lo dicen en todas partes mientras andan en boda boda, tuk tuka y juran que no van a dejar las cosas así. Ayer en Eldoret, más de más de 30 personas fueron quemadas vivas y muchos otros, fueron muertos en los barrios bajos de Mathare en Nairobi.

Mi país. ¡Oh, mi país! Sigo llorando por ti. En este momento necesitamos sentarnos juntos y hablar. La única forma es que ambos bandos se traguen su orgullo y que Kibaki declare abiertamente un recuento de votos. De esta forma la gente estará feliz de que su presidente, el que ellos eligieron gane la elección. ¡Esa es la única seguridad que necesitan! ¿Habrá alguien que los escuche?
¿Seguirá esta locura? Esta parece ser la pregunta que muchos se hacen.
Tupâ, tupâ, tupâ, los disparos continúan invadiendo el aire. Uululu..ululu..continúa llorando la gente.
¿Saldremos de esta o las cosas empeorarán como en Ruanda.?
Quizás hoy ustedes no leyeron los titulares de los diarios, anunciaban en letras de catástrofe: "35 personas quemadas vivas en una iglesia"
Charles.



Sarah Navalayo Osembo, enero 17, 2008
Hola. Tuve durante mucho tiempo, muchas ganas de escribirles compañeros... es sólo que no tuve tiempo de hacerlo. Los extraño un montón, deberán saber que la nostalgia se siente tan fresca como las zanahorias del campo (la inventé yo, ¿pero suena linda no?
Estoy bien, parece como si hubiera ido al infierno y hubiera vuelto. Quiero que regrese un poco de normalidad y que mi cabeza se abra otra vez. Pero los políticos en este país nuestro, han decido que la ley se deberá usar sólo para beneficiarlos a ellos y que reviente el resto de la gente. Aún ahora, mientras les estoy hablando, me ha llegado un texto de mi amigo que está en la ciudad, donde me dice que los policías han entrado en Tao y que van a las oficinas, diciéndoles que cierren y que la gente se vaya a sus casas... preanuncio de violencia.
Lo gracioso es que antes del 27de diciembre todo esto era una broma. Por supuesto que sabíamos que las posibilidades eran muchas, pero ninguno de nosotros anticipó esta locura, que se ha convertido en obsesión de las noticias internacionales. Yo estaba en Eldoret viniendo para Nai, el 29. De repente la gente empezó a escapar del centro de la ciudad y por un momento todo parecía surrealista. Estaba con mi hermano, la esposa de mi primo, sus dos hijos y mi primo que está en sexto grado. Con equipaje, les remarco. Nunca pensé que yo, Sarah Navalayo Osembo, estaría involucrada en peleas con la policía. Y no habíamos hecho nada. Sólo estábamos en el lugar equivocado en el momento incorrecto. Otro muchacho nos vio y nos dijo que entráramos a su negocio. Por eso, todo este asunto tribal me hace pensar ¿por qué decidió ayudarnos si evidentemente no éramos de su tribu?. Eso me hace pensar que es simplemente política y que debajo de ella estamos todos los seres humanos que nos necesitamos mutuamente.
Para no hacer la historia tan larga, el regreso a casa fue una pesadilla. Encontramos seis piquetes en el camino con jóvenes airados pidiendo a los gritos sangre kikuyu. Muchachos jóvenes que apenas llegarían a los dieciséis golpeando el auto y enarbolando pangas y piedras e incendiando cubiertas de autos. Nunca estuve tan asustada en toda mi vida. Vi la muerte ese día. Uno se siente inútil, no importa quién se es, de dónde se viene, qué se sabe, qué se logró. Llega el momento y uno se siente tan sólo y... ¡¡¡le tiene que pedir misericordia a unos niños!!!! Anteriormente trabajé en los tribunales y cuando traían a los delincuentes juveniles, yo acostumbraba a sentir mucha pena por ellos. El hecho de que a uno se le haga rendir cuentas de sus actos es algo difícil. Pero vi cómo nos estaban aterrorizando y deseé que hubiese una forma de que pagaran por lo que estaban haciendo. La esposa de mi primo es una Meru. ¿Saben que en un piquete (el peor que encontramos) nos pedían que ella se bajara porque era una kiuk? Dios y el conductor pudieron parar esa locura, porque ellos trataban de abrir la puerta y ésta se negaba a ceder y el conductor, que era un kalenjin, los convenció diciéndoles que él la conocía.
Aún así, el hombre nos dejó en el lugar donde apareció el siguiente piquete. Era mucho más grande que el otro y dijo que no podía arriesgarse a seguir adelante. Tuvimos que caminar por los bosques montañosos... ¡con niños! Y en los alrededores, estaban los camiones del Servicio General que se dirigían a la ciudad. También estaban los nandi, armados con arcos, flechas y lanzas, que también iban a la ciudad. Nos encontramos con unos NYS que nos dijeron que nos fuéramos de ese lugar tan lejos como nos fuera posible. Si hubo un momento en el que recé, creo que ninguno supera a este día. Ahora creo firmemente en los milagros, porque dimos vuelta la esquina y nos encontramos a un hombre que iba hacia nuestra ciudad. Otra vez, era un kiuk y decidió ayudarnos. Iba a buscar a su familia pero le dijo al conductor que nos llevara primero y se bajó. Luego nos enteramos que fue muerto también en el fracas también. Yendo hacia la estación de policía había mujeres y niños cargando todas las pertenencias que podían. Los hombres permanecían detrás para proteger sus propiedades. Justo cuando nos íbamos, surgieron del bosque los nandis y atacaron la estación de policía. Lo vi con mis propios ojos, pero no apareció en las noticias. Nos dijeron que todo está bien y que la vida va a volver a la normalidad, ¿a quién quieren engañar?
Esa noche, nuestras ciudades locales (Turbo y Mautuma) ardían por los incendios y estaban inundadas de gritos. Quemaron, robaron, asesinaron. Todo porque estamos peleando por la 'democracia', pero sin preguntarnos en primer lugar qué tipo de líderes verdaderos desencadenarían sobre nuestras vidas normales, esta anarquía y esta falta de justicia. Somos tontos ... "El africano es corrupto por donde se lo mire" como decía Chinua Achebe.
Me llevó dos semanas de estar escondida puertas adentro, para convencerme de que viajar era seguro entonces. Aún así la autopista de Nakuru a Eldoret era algo inexplicable. No hay palabras que describan las carrocerías negras de los autos quemados, los árboles cortados al lado del camino para marcar los piquetes, los campos de maíz humeantes aún, los centros comerciales aplastados de una Mabati incendiada, mientras la gente saqueaba lo que pudiera haber quedado, los incontables kenianos que literalmente llenan cada iglesia con miedo y sospecha en sus ojos ... todo en este mismo país que era Kenia hace unas pocas semanas atrás.
Basta de locura. Esta nación está llena de individuos que la venderían al mejor postor, individuos que preferirían ver a la gente morir con tal de no bajarse del poder, individuos que no aceptarían la derrota, si ellos no fueran los ganadores. Llegúe a la conclusión de que estamos malditos. Víctimas de nuestras acciones, títeres de la élite.
Nos mataremos unos a otros mientros ellos miran los hechos por televisión. Tenemos que mirar para atrás constantemente, porque nunca sabemos cuándo vendrá la policía ... y lo peor de todo es que se nos juzga por nuestros nombres y no por nuestra personalidad. Y a este lugar le llamamos hogar. No tenemos otro lugar donde ir.
Estas cosas me enloquecen. Les escribiré otra vez cuando no esté tan loca. Owize te quiero mucho y no te apures en regresar. Hasta pronto